En toda comunidad de vecinos, hay algún majadero dispuesto a subvertir la convivencia, a socavar los cimientos de la civilización, a taladrarte los tímpanos, a reducir a cenizas tu bienestar, a multiplicar por cero tu paciencia, a inundar el pasillo de amores esporádicos, a destrozar el mobiliario con saña y sin alevosía, a tomar prestada tu plaza de garaje, a ahumar tu piso de fritanga, a proferir noctívagos aullidos, a que tus quejas queden en papel mojado, a que tus ruegos y súplicas caigan en saco roto, a prohibirte organizar fiestas los fines de semana, a impedirte que salgas de la pobreza acogiendo a inquilinos y a transformar el edificio en un estado policial donde haya que cumplir, a rajatabla, un quilométrico y minucioso elenco de normas insoportables.

Desde el grupo inmobiliario House Hunting, queremos ayudarte y para ello, hemos preparado una lista de 4 tipos de vecinos a los que debes evitar. Los pelmazos de los que has de huir son los siguientes:

  • El legalista: En todo vecindario, te va a tocar compartir comunidad con una de esas personas que mete el hocico en asuntos que no son de su incumbencia, para obligarte a cumplir, con escrupuloso rigor, las normativas y los plazos, aunque no perjudiques a nadie haciendo un poco la vista gorda. Si piensas realizar una reforma en tu piso, cuenta con que vas a tener que lidiar e incluso, blandir la cimitarra con este estereotipo de vecino ponzoñoso. Cuando pretendas colar a un amigo en una piscina comunitaria sin la invitación pertinente, te verás las caras con este sujeto policíaco. Ándate con ojo, porque es alguien que tiene debilidad por los juzgados, al que le encanta solucionar los problemas a golpe de denuncia.
  • El aguafiestas: No cabe duda de que hacer un ruido estruendoso en tu piso es una falta de consideración con los vecinos, pero siempre existe uno de oído delicado que te ordena bajar los decibelios a la primera de cambio. Nunca falla esa persona que te pone el mayor número de restricciones cuando organizas una fiesta en viernes o sábado. Es el clásico que te advierte de que debes desalojar a tus invitados o/y apagar la música a horas de adolescente. Si te ha llamado alguna vez la atención y vuelves a incordiarle, te enviará a un par de policías a la puerta de casa.
  • El noctámbulo: Hay un tipo de vecino que puede llegar a ser muy molesto sin tener inquina o mala idea. Es aquel que se da paseos por la noche como si estuviese correteando por una campiña, que da portazos con ímpetu a las 3 de la mañana, que ve películas con el “home cinema” a horas intempestivas, que escucha música sin cascos cuando todos están durmiendo o que trae niños al mundo sin moderar la intensidad de sus bramidos y jadeos.
  • El músico: Hay un arte que no está lo suficientemente valorado y ese es el de la música. No obstante, hay quienes exprimen su inteligencia musical sin tener en cuenta a sus vecinos. Nunca falla un flautista, un guitarrista, un pianista o un cantante de ópera que convierta a todo el vecindario en testigo del don que Dios que le ha dado. En ocasiones, da gusto escucharles, pero la mayoría de las veces, incordian.

Esperamos que te haya gustado, seguro que ya has localizado el tipo de vecinos que tienes con estas pistas, y habrás descubierto algún otro. Recuerda que estamos a tu disposición para lo que necesites, en la oficina de Chamberí (Calle Vallehermoso, 40) y en la oficina del barrio de Salamanca (Calle General Oraá 61). No dudes en llamarnos o pásate a vernos.

¡Hasta la próxima!