Columnista: habitissimo (colaborador habitual)

Si vas a alquilar una vivienda, cualquier detalle es importante. Y al decir cualquiera, nos referimos a los que se ven y a los que no. No se trata sólo de ofrecer una imagen atractiva del piso. También, conviene mostrar una actitud seria y responsable como casero, y eso, en ocasiones, se consigue con detalles que a simple vista no se ven, pero que los futuros inquilinos van a saber a preciar. Vamos por partes.

Lo más básico

Si el piso que vas a alquilar está amueblado, el paso primordial es que se vea recogido y organizado. Procura que no haya elementos fuera de lugar y quita todo aquello que pueda molestar o entorpecer el paso o la vista. Recuerda que la primera imagen es fundamental.

Siempre limpio

Por supuesto, además de ordenado, el piso debe estar perfectamente limpio. Dar un repaso a suelos, mobiliario, ventanas o azulejos para retirar la suciedad es importante para que la vivienda sea atractiva a los ojos de posibles inquilinos. Y es algo que no debes dejar de hacer después de cada visita, así estará siempre en perfecto estado de revista.

Además de esa limpieza manual, hay otra que no te costará nada, pero que es muy importante. ¿De qué hablamos? De la ventilación. Abre las ventanas durante unos minutos. El aire se llevará olores desagradables y, lo que es más importante, cualquier microorganismo que pueda estar en el ambiente.

Después de la limpieza, la desinfección

Llegamos a esa cuestión tan importante que ‘no se ve’: la desinfección. Y es fundamental porque eso que es invisible puede entrañar un riesgo para la salud, mucho más teniendo en cuenta que por el piso van a pasar muchas personas. Virus, bacterias y todo tipo de microorganismos patógenos pueden depositarse o multiplicarse casi en cualquier lado, pero ¿cómo acabar con ellos?

Lo primero que debes hacer ya lo hemos adelantado: ventilar bien. Y después de la limpieza habitual deberás prestar atención a esas superficies más expuestas al contacto y que son las que deberás desinfectar a conciencia: manivelas y pomos, llaves de la luz, encimeras, respaldos de sillas, grifos… En definitiva, cualquier superficie que se pueda tocar durante la visita al piso.

¿Cómo desinfectarlas? No es complicado, puedes usar lejía diluida en agua, alcohol al 70% o algún producto de limpieza con poder desinfectante. Eso sí, debes pasar un paño bien empapado y dejar que actué un tiempo antes de secar con otro limpio. Y, al igual que la limpieza básica, también se debe realizar cada vez que enseñes el piso.

Por supuesto, debes explicar a las visitas que has realizado esa desinfección. De esta manera podrán ver el piso con más tranquilidad y, seguramente, con mejores ojos. Si quieres incidir un poco más en ese aspecto, también puedes poner a su disposición gel hidroalcohólico o unas fundas para los zapatos. Puede parecer algo poco importante, pero la imagen de responsabilidad que vas a ofrecer con ello jugará a tu favor.

Todos estos pasos requieren algo de tiempo, pero siempre será en tu beneficio. Un piso cuidado, limpio y desinfectado siempre será mucho más atractivo. No lo olvides.

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