El verano es época de desconexión, pero también de reflexión. No son pocos los que, tras unas semanas en la playa o en la montaña, regresan con la idea clara de que quieren cambiar de casa.
De hecho, las estadísticas de portales inmobiliarios muestran que en septiembre las búsquedas de vivienda suben más de un 20 % respecto a los meses anteriores. El fenómeno tiene varias explicaciones:
Comparación de estilos de vida: tras disfrutar de terrazas, luz natural y aire libre en vacaciones, muchos descubren que su casa habitual se les queda pequeña o poco funcional.
Nuevas rutinas: septiembre es un mes de reorganización. Quien cambia de trabajo, inicia estudios o adapta horarios suele aprovechar para buscar también un cambio de vivienda.
Objetivos familiares: muchas parejas y familias toman decisiones estratégicas tras el verano, pensando en proyectos a medio plazo (nuevos hijos, colegios, proximidad a familia, más metros cuadrados).
Inversores atentos: es también un momento en que aparecen más inmuebles en venta. Propietarios que vuelven de vacaciones deciden vender, lo que aumenta la oferta y genera oportunidades de compra.
Para el sector, septiembre es una especie de “enero bis”. Un mes de arranque en el que se reactivan operaciones, se cierran visitas y se negocian contratos que se materializarán antes de Navidad.
📌 En House Hunting aconsejamos aprovechar este impulso estacional para sacar inmuebles al mercado o para buscar con más intensidad. El que mueve ficha en septiembre suele llegar a diciembre con los deberes hechos.