Todos, sin distinción de sexo, sueñan con una casa que lo tenga todo. Cualquiera que gozase de la fortuna de Bill Gates, no se vería en la disyuntiva de elegir entre una zona buena y una vivienda amplia, entre un inmueble espacioso y una cocina moderna, ni entre un piso barato, situado en un barrio lujoso, pequeño y viejo y uno caro, ubicado en un lugar no tan reputado, pero más grande y con el cuarto de baño y el suelo reformados.
Sin embargo, a la mayoría, no le queda más remedio que dar prioridad a unos aspectos sobre otros. Y es aquí donde los hombres y las mujeres presentan notables diferencias de gustos y colores.
Por lo general, las mujeres confieren mayor importancia a que un piso tenga buena iluminación, a que sea moderno y a que la cocina y el cuarto de baño gocen de un tamaño digno y no estén anticuados.
En contraposición, la mayor parte de los hombres prefiere que una casa sea grande, barata y que esté situada en una buena zona.
Haciendo un balance de las diferencias de gustos entre un sexo y otro, cabe destacar que mientras las mujeres optan por la calidad (piso bien iluminado, moderno, con baño y cocina decentes), los hombres se decantan por la cantidad (número de metros cuadrados y relación barrio-tamaño-precio).
Este hecho de que las mujeres sean más proclives a la calidad y los hombres, a la cantidad, se cumple en multitud de aspectos de la vida. Un buen ejemplo de ello es cuando varias personas de sexo contrario acuden a un restaurante: Las del femenino, dan mucha importancia a la calidad de la comida, del servicio y de la decoración, y las del masculino, a la cantidad de nutrientes que van a ingerir.
Desde House Hunting esperamos que te haya gustado este análisis, y si tienes dudas a la hora de buscar tu piso ya sabes dónde encontrarnos: nuestras oficinas de Chamberí (Vallehermoso 40) y Bº de Salamanca (General Oraá 61).
Hasta la próxima.