Es posible que en algún momento de tu vida te encuentres con la situación de tener que cambiarte de casa, ya sea porque la familia está creciendo y necesitas espacio, por temas profesionales, financieros, etc. Si esto puede llegar a ser estresante para ti, imagínate para tus hijos.

Los niños se sienten más a gusto en un entorno conocido y familiar, y para ellos puede resultar difícil que eso cambie.

Para que este proceso sea más llevadero para ti y tu familia, HOUSE HUNTING te propone estos consejos:

  1. Comunícaselo a los niños en cuanto esté decidida la mudanza.
  2. Responde a todas sus preguntas con la máxima sinceridad posible. Escúchalos y sé receptivo. Cada niño es diferente, por lo que puede reaccionar de diferentes maneras a la idea de mudarse.
  3. Deja que tu hijo participe en la planificación y en la toma de decisiones, en la medida de lo posible, .
  4. Hazles ver que será algo divertido.
  5. Infórmate de la nueva zona, para que transmitas a tus hijos lo interesante que puede llegar a ser: actividades, lugares de interés, tiendas. Si es posible, visita el nuevo lugar con tus hijos antes de la mudanza. Enséñales el nuevo colegio, el centro comercial cercano o cualquier cosa que los pueda animar.
  6. Da a tus hijos tiempo y la oportunidad para despedirse de las personas importantes en sus vidas: profesores, compañeros de clases, vecinos.
  7. Deja que tus hijos se involucren en la mudanza poniendo sus cosas en cajas, etiquetándolas y organizándolas. Las cosas que tus hijos aprecien mucho, de ser posible, mantenlas a mano, y que los niños sepan dónde están.
  8. Tómate tiempo para explorar el vecindario con su familia. Una vez se haya producido la mudanza, desembala primero lo esencial para instalarse, y sal a visitar parques, comercios, conocer vecinos, etc.
  9. Trata de mantener su rutina y horarios habituales.
  10. Contribuye para que tus hijos hagan nuevas amistades con vecinos y en el colegio. Inscríbele en actividades extraescolares en el nuevo barrio.
  11. Deja a los niños dar su opinión en la decoración de la nueva casa, especialmente al escoger las cosas para sus dormitorios.
  12. Regularmente pregúntale cómo va todo después de la mudanza.

En fin, trata de llevar el cambio de la forma más positiva, ya que los niños les afectan enormemente los estados de ánimo y actitudes de sus padres, y esperan les tranquilices y les des seguridad. Escúchalos.

Si es tu caso en estos momentos o próximamente… ¡Buena suerte!