1. Tómate tu tiempo y determina tus necesidades

Toma en cuenta tu situación y lo que realmente quieres y necesitas. ¿Vas en familia? ¿Vas solo? ¿Cuánto tiempo? ¿Vas con coche? ¿Te gusta la tranquilidad? ¿De qué presupuesto dispones?… Una serie de preguntas te ayudará a elegir el destino correcto. Mientras más te cuestiones más claras tendrás las opciones.

2. Cuanto antes hagas la búsqueda, mejor

Más opciones encontrarás, y menos presión por falta de tiempo tendrás.

3. Asegúrate de tratar con profesionales

Por internet puedes encontrar toda clase de ofertas y cantidad. Debes tener mucho cuidado de no elegir una mala opción ni de que te estafen.

Si tratas con profesionales con experiencia en alquiler vacacional, casi seguro tendrás éxito y tendrás unas vacaciones tranquilas como debe ser: los profesionales conocen el mercado, las zonas, saben negociar, dominan el tema legal, te ahorran muchísimo tiempo….

4. Documéntate todo lo que puedas, y si es posible, mira antes el lugar

Lo habitual es que no podamos ver con antelación el lugar donde nos hospedaremos, principalmente porque no suele estar muy cerca de donde estamos. Así que es importante que recabes toda la información que puedas: muchas fotos, vídeos, características, ventajas, desventajas, información del entorno, opiniones de otros clientes… No te conformes con poco, y si es posible, visita el lugar en persona.

5. Estudia a fondo el contrato de alquiler

Para evitar problemas, lo primero es que nunca alquiles sin contrato formal.

En el mismo se estipula todo lo relacionado con el alquiler. Quedando todo por escrito: pago, señal, reserva, entrega de llaves, cancelaciones, reclamaciones, obligaciones, servicios incluidos, limpieza, etc.

Un profesional siempre estará al tanto de la fiabilidad del propietario y demás cuestiones legales y de logística. No hay nada como los expertos.

6. Revista todo

Una vez entres a ocupar el inmueble, comprueba que todo funcione correctamente y que todo lo que está escrito en el inventario se encuentra en la vivienda. Todo lo que falte o lo que tenga algún desperfecto, hazlo constar en el contrato desde ese mismo día.

Guarda copia de todo lo relacionado con el alquiler: contrato, facturas, justificantes de pago, etc.

Y no te quedes con ninguna duda: Pregunta todo y cada vez que sea necesario.

7. ¡Disfruta!

Ya puedes disfrutar y relajarte, siempre con cabeza. Al final de la estancia entrega todo como te fue entregado a ti y en tiempo, y no tendrás problema ninguno en lo que a ti te corresponde.

¡Feliz Verano!