Colaborador: habitissimo
Pequeñas, grandes, en el techo, en las paredes… Las grietas pueden aparecer casi en cualquier lugar de una vivienda y por causas muy diferentes. A veces el problema es la presencia de humedad, otras es un ligero movimiento por el asentamiento del terreno o la estructura, en ocasiones es por la mala calidad de los materiales empleados y solo en los casos más graves puede deberse a vicios ocultos.
Lo primero, por tanto, es determinar el origen para atacarlo y corregirlo definitivamente. Si no es así, de poco servirá reparar las grietas porque al poco tiempo aparecerán de nuevo. Con ese problema de fondo resuelto, llega el momento de ponerse manos a la obra.
Una reparación de urgencia
Evidentemente, no es lo mismo reparar una pequeña grieta que una fisura profunda. Si es superficial, a veces es suficiente con lijar bien la superficie para retirar restos de pintura, aplicar un poco de masilla, igualar y volver a pintar.
En caso de grietas más grandes, conviene abrir un poco la fisura con una espátula. De esta manera se eliminan restos de yeso sueltos y es posible aplicar masilla a mayor profundidad. Es importante utilizar una pasta específica para este trabajo. Si contiene fibra de vidrio, mucho mejor, al ser flexible evitará que la grieta aparezca de nuevo. Tras ello, solo queda lijar para igualar la superficie, limpiar de polvo y aplicar la pintura.
En algunos casos será conveniente colocar también una venda de fibra para después enlucir y lijar. Es recomendable en grietas más anchas o dinámicas. ¿Y al contrario? Si se trata de una fisura apenas perceptible, a veces es suficiente con pintar encima o con poner una cinta tapagrietas lisa y aplicar directamente la pintura sobre ella.
Eso sí, ten en cuenta que si la reparación no está correctamente realizada, hay grietas muy persistentes que en poco tiempo volverán a aparecer. ¿Tienen solución? Por supuesto que sí, pero siempre a manos de un profesional, es la mejor garantía de acabar con ellas para siempre.
¿Por qué es importante reparar las grietas?
Cualquier desperfecto en las paredes, por pequeño que sea, da una apariencia de abandono a la vivienda. Si no hay muchas grietas o no son muy visibles, tal vez no tengan mayor importancia, pero si lo que pretendes es alquilar o vender la vivienda, es imprescindible repararlas.
Ten en cuenta que, para mejorar el aspecto de la casa antes de sacarla al mercado inmobiliario, uno de los trabajos mínimos que hay que hacer es pintar. Y no hay mejor momento para cubrir esas grietas.
Con muy poco puedes dejar las paredes impolutas. Recuerda que la primera impresión es importante y que una imagen pulcra y agradable será un factor decisivo para reducir el tiempo en alquilar o vender. Y no solo eso, sino que también te permitirá sacar un mayor partido económico.
Por lo tanto, conviene que mires las paredes de tu casa con un ojo muy crítico para no dejar ni una grieta a la vista. ¿No te atreves? Confía en los profesionales, puedes sacar un gran partido a una pequeña inversión si la vivienda presenta el mejor aspecto posible.