La casa de los Duques de Cambrigde en Windsor es conocida como Adelaide Cottage. La misma fue edificada en 1831, por el arquitecto real Sir Jeffry Wyatville y para la Reina Adelaida de Sajonia-Meiningen, mujer del Monarca Guillermo IV.
Esta vivienda entrañable y encantada llama poderosamente la atención por su sofisticada chimenea de mármol greco-egipcia, por sus delfines rosados y por sus adornos de cuerda, los cuales fueron, en tiempos, utilizados en el yate real Royal George.
En esta risueña casa campestre, habitaron personalidades como Simon Rhodes y Peter Townsend; incluso llegó a plantearse la posibilidad de que fuera destinada al Príncipe Harry y Meghan Markle.