Anécdotas inmobiliarias para no dormir

Se trata de una historia basada en hechos reales, aunque no podemos revelar la identidad del protagonista.

Enrique (nombre ficticio) decidió, hace poco más de treinta años, convertirse en un trotamundos ácrata, sin ataduras ni convencionalismos. Una persona dada a deambular por los rincones más recónditos de Asia, sin rendir cuentas ni a sus amigos, ni a sus familiares. Desprendido de cartera y teléfono móvil; aunque siempre con un libro acompañándole.

Este aventurero de pro se adentró en las profundidades más salvajes de la vida tribal asiática, transformándose en un cazador-recolector de lo más audaz y perspicaz. Su obstinación o tenacidad le arrastraron a adoptar este modus vivendi durante más de tres décadas.

¿Por qué decidió volver a España tras 32 años de vida salvaje?

Tras acostumbrarse a esta rutina de corte paleolítica, la experiencia innovadora dejó de satisfacerle e interpretó que reincorporase a la vida convencional sería, en ese instante, lo que le aportaría novedad y renovación. Así pues, volvió a España tras haber permanecido treinta y dos años ininterrumpidos trotando por el orbe.

Al retornar a España, desorientado, sin dinero y medio huérfano de familiares, se topó con una maravillosa sorpresa: había una casa de cerca de dos millones de euros a su nombre; la cual puso en alquiler a través de House Hunting, este grupo inmobiliario.

¿Qué ha hecho Enrique con la casa de 2 millones de euros?

Enrique el aventurero vive como inquilino en un pequeño estudio del barrio de Salamanca, pero con una renta generosa, proveniente del alquiler de la casa que tiene en propiedad.

Su filosofía es muy parecida a la de un personaje de El retrato de Dorian Gray, la célebre novela de Oscar Wilde, la cual dice así: “Tenía dos grandes casas en la ciudad, pero prefería vivir en un apartamento alquilado”.

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