En este periodo navideño, fecundo en alegría, vida y color, hay un elemento decorativo común a cualquier modelo de negocio, sea una inmobiliaria en Madrid o una tienda de antigüedades. Éste es el hecho de llamar la atención de las personas que serpentean por las calles con alguna entrañable y vivaracha animación, con una de esas luminosas y risueñas golosinas que actúan de imán para las masas.

Lo más importante es pergeñar una táctica para atraer a los transeúntes y a su vez, ofrecerles algo diferente a la competencia. Los ríos del ingenio y de la originalidad han de cruzarse en una misma desembocadura. Este consejo, por clarividente que resulte, es de una importancia capital recordarlo, puesto que la mayoría de los dueños de un local no ponen el empeño suficiente en esta gesta.

¿Sobriedad o abundancia en la decoración? Te sorprenderá la respuesta

Ahora bien, pese a que lo más importante sea atraer a los de fuera hacia dentro, si el interior no está a la altura de las expectativas, es altamente probable que los posibles clientes bien, duren escasos minutos en el local, o bien, no realicen ningún género de compra.

En lo que concierne a si es preferible recurrir a la sobriedad o a la abundancia en la decoración de tu local en Navidad, cabe destacar que el cliente persigue arremolinarse en torno a lo abundante, conducta propia de esta época de estruendo, estrépito, clamor, explosión de colores, júbilo, alborozo, regocijo, jácara y algarabía.

¿Cómo tiene que ser el árbol de Navidad?

No existe una fórmula matemática o regla fija de cómo tiene que ser el árbol de Navidad, pero sí que es aconsejable que sea frondoso, que goce de una hechura imponente en este periodo rebosante de alegría, exuberancia y exageración.

Tampoco escatimes en adornos, siempre que no transgredan los cánones del buen gusto o que ensombrezcan en exceso la robusta fisonomía del árbol.

Estimula los sentidos: el oído, con Villancicos; y el olfato, con aromas

La música alegre y de contenido navideño es un elemento fundamental en esta temporada henchida de entusiasmo e ilusión. Por eso, los Villancicos son un clásico indispensable, la piedra angular de las partituras.

Y dependiendo de la naturaleza del negocio, uno estudiará con qué clase de aromas aureola el interior del local, puesto que no es lo mismo una tienda de Loewe que la oficina de la inmobiliaria House Hunting. Ahora bien, en cualquiera queda bien que esté un poco perfumado en Navidad, y que, a la sazón, emita algún olor original, diferente, arrobador…

Otra táctica olfativa sería atraer desde fuera hacia dentro con algún aroma intenso y seductor, que sea como un canto de sirena para quienes deambulen alrededor de tu local.

Vende aquí tu casa con nosotros