Nuestros expertos en home staging, puesta a punto y decoración, ponen a tu disposición una serie de pautas muy elementales y sencillas para decorar la mesa del comedor en un día corriente, sin invitados.

Un factor importante a tener en cuenta es la forma de la mesa. Si se trata de una redonda, le irán muy bien objetos como jarrones, vasijas o damajuanas, colocados en el centro de la misma. En el caso de que sea rectangular y alargada, se podrán situar elementos decorativos a los extremos.

Sensación de «desorden organizado»

En una mesa de sobre redondo, es aconsejable que coloques un elemento de mayor volumen en el centro y otros más reducidos alrededor; en una cuadrada, puedes hacer lo mismo; y en una rectangular, es recomendable que distribuyas todos los objetos en una franja central. Con estas colocaciones, el juego visual que se persigue es el del desorden organizado.

Jarrones de colores y plantas monocromáticas

En lo que a decorar la mesa con plantas se refiere, apuesta por el monocromatismo de las mismas e incorpora varios jarrones de colores. El efecto óptico que produce es delicioso. Exhala juventud, jovialidad, optimismo, alegría…

¿Cuadro en la pared o bodegón?

Como recoge un artículo de la revista Hola, «si hay un cuadro en la pared, no entorpezcas el flujo visual con el bodegón. También en busca de romper la simetría a la que se tiende en decoración. Aporta movimiento».

Bandejas y cuencos, ¿Con mucha o poca altura? Depende…

Las bandejas y cuencos de escasa altura irradian una sensación de vacío en el ambiente, muy adecuada para escenarios modernos y si lo que se persigue es transmitir sencillez.

¿Cómo crear un bodegón temático sofisticado?

Una bandeja jalonada por bonitas piezas de menaje creará un bodegón temático sofisticado. Es aconsejable que agrupes sobre la misma objetos como soperas, cubiteras, licoreras o cocteleras. Es un conjunto que exhala buen gusto y glamour.

Apilar dos o tres libros sobre la mesa y coronarlos con un cuenco o una caja

En un estilo de mesas de comedor pequeñas y con un aire más casual o informal, no es desatinado (más bien, muy acertado) apilar dos o tres libros sobre la misma y coronarlos con un cuenco o una caja.

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